¿ Que entendemos por un KIAI ?

KIAI, es un término japonés que une dos vocablos, KI (energía) AI (unir-unión). Por la parte de la energía, KI, hace referencia no solo a la energía física, sino también y tal vez de forma más notoria a la energía mental (espíritu).

Físicamente, la exhalación rápida y fuerte del oxígeno previamente inhalado, se une (AI) a una vocalización, dando como resultado el famoso grito en el karate como en otras artes marciales.

No tiene una forma determinada y su uso (intención) puede ser de lo más variado; desde asustar, descentrar a un enemigo/adversario, a reanimar a quien pueda haber sufrido un desvanecimiento.

Mucho se ha escrito con relación al “KI”. Desde los aspectos más objetivos (físicos) a los más espirituales rayando lo esotérico. No vamos a entrar ahí. Al final podréis encontrar algunas recomendaciones de lecturas, en las que se escribe amplio y bien al respecto.

Básicamente, tenemos que entender como KI, la energía que nos mueve, la que provoca la acción (o inacción) y la que se genera consecuentemente, formando una especie de círculo.

Tengo energía que me mueva y con el movimiento, genero más energía.

En karate es frecuente encontrar los Kiais de los katas, como final a una serie más o menos larga de técnicas consecutivas. Como generación de energía acumulativa y que “estalla” con la técnica final, con la que se “terminaría” la confrontación con ese supuesto rival/adversario imaginario.

Para canalizar correctamente el KI, esa energía que tenemos y que generamos, es vital controlar nuestra respiración y adecuarla a la acción. UNIÓN (AI). Pero de la respiración, hablaremos en capítulo aparte. De esa forma la efectividad de la acción se multiplica.

La forma en que vocalizamos/expresamos esa explosión de energía, es múltiple y variada. No tiene una forma determinada, salvo en el kendo, por ejemplo, en que se suele usar la vocalización propia de la zona a la que se ataca (MEN, KOTE…).

Suele asociarse el kiai (hablando de la práctica de Artes Marciales) a momentos de ataque, pero no tiene porqué ser así siempre, y la realización de un esfuerzo máximo, incluso en momentos defensivos, provocará la aparición sonora del kiai.

Y hablando de sonoridad, un KIAI, no tiene porqué ser sonoro y el volumen del mismo, se ajustará al esfuerzo asociado a la acción y a la intención.

Así pues, una vez más, tenemos una parte física (acción y reacción, explosión de energía) y mental (intención consciente del objetivo del kiai). Otra vez, AI, unión. El KIAI, está presente desde los albores de los albores de la historia en la naturaleza. NO es exclusivo de la práctica de artes marciales y/o deportes varios.

Aparece, cuando simplemente cogemos algo cuyo peso o volumen, requiere de un esfuerzo adicional y es tan plausible como esa espiración, que, sin darnos cuenta, de forma inconsciente, aparece para liberar la presión de los músculos actuantes en la acción, ya que, de otra forma, podrían llegar incluso a romperse.

Incluso en los juegos, en una reunión de trabajo, aparece el KIAI con múltiples objetivos e intenciones.

Ejemplos cotidianos de KIAI:

¿Quién no ha oído los gritos (KIAIS) de los/las tenistas, en cualquiera de sus partidos?

O la explosión enérgica de un jugador de futbol cuando consigue el ansiado gol, o el de baloncesto tras un mate y/o canasta imposible”, incluso (aunque menos frecuente) esa reacción explosiva (sin grito vocal) de un ajedrecista, al perder o ganar una partida… Y tantos  otros…

Extraído del libro Ronin, la vía del guerrero errante” de Carmelo H. Rios:

“El KI es lo más evidente sobre la Tierra, está por todas partes a nuestro alrededor y es la energía que nos sostiene, nos da la vida y el ser. Si quisiéramos establecer netamente la diferencia entre un ser vivo y uno muerto, sería precisamente la ausencia de KI, lo que distinguiría a ambos.”

La vocalización o exhalación que genera la acción (KIAI), debe ser acorde con la propia acción y la intención de ésta. Puede ser largo o muy corto, como una breve explosión, proyectado desde el HARA (vientre, algo por debajo del ombligo y considerado centro vital en la cultura nipona).

La sonoridad o no, igualmente debe ser equilibrada a la acción/intención. El KIAI, sirve igualmente, para confundir a tu oponente, rompiendo su tiempo y haciéndole desistir en su ataque o bien provocar un cambio de su postura/guardia, que permita adentrar tu técnica en la misma. O bien, puede llegar a reanimar a alguien que haya padecido un desvanecimiento (y he sido testigo de ello).

En cualquier caso, el gesto/acción del KIAI, puede y debe ser entrenado como materia aparte, dentro del trabajo en cualquier arte marcial y el karate en particular, con el trabajo de la respiración, de la postura e incluso de la modulación de nuestras cuerdas vocales.

Tal como refiere Javier Fernandez Bravo del Prado, en su muy interesante artículo sobre el kiai, publicado en el rincondeldo

El entrenamiento de Kiai requiere del control de dos elementos esenciales que deben ser estudiadas conjuntamente: postura y respiración.

La postura: se debe mantener el cuerpo relajado, elástico, sin tensión, conservando la boca cerrada y la barbilla ligeramente remetida hacia la garganta.

El otro factor es la respiración tal y como hemos detallado anteriormente.Raymond Thomas en su libro “Relación Practica del Zen al Budo” (1971) establece una analogía con el pranayama de los hindúes, en japonés denominado haragei.

Podemos describir tres partes:

1) la inhalación: el aire penetra en nuestro organismo a través de las ventanas nasales esforzándose por enviarlo lo más abajo posible utilizando el diafragma.

2) El aire se concentra en el bajo abdomen «hara” o “ Seika Tanden (espacio entre el ombligo y la parte superior de la pelvis), donde se bloquea.

3) Abrir la boca, relajar el diafragma y espirar profunda y bruscamente todo el aire. El grito, se realiza al tiempo que expulsamos el aire.”
Una vez más, llegamos a “AI”, la unión de todas las energías, físicas y mentales, “KI”, para la consecución de una intención.

Del libro Ronin, la Vía del guerrero errante, de Carmeo H. Ríos:

“Cada ser posee su propia tasa o nota de vibración del KI; esta es la razón de la atracción o el rechazo entre las personas. La mente tiene poder sobre el KI. Recordemos el antiguo axioma de los maestros de Oriente: la energía sigue al pensamiento.”

En palabras de nuestro Sensei en Jiu-Jitsu, Lothar Sieber:

Ante una situación de agresión, por ejemplo, en un lugar cerrado y posiblemente con mucha gente, como puede ser una discoteca o similar, un fuerte KIAI pillará por sorpresa a nuestro atacante y probablemente conseguirá descentrarlo en tanto ejecutamos nuestra acción defensiva.

Pero ello, es posible que altere también al resto de la gente, pudiendo provocar una situación de pánico, no deseable.

Por el contrario, si en esa misma situación, el KIAI, es igualmente poderoso pero inaudible, provocará en nuestro agresor el mismo efecto, unido a nuestra acción, pero evitará desagradables consecuencias colaterales, posibilitando incluso, una escapada discreta del lugar.

Esperamos haber abierto una gran curiosidad sobre lo que rodea al KIAI y al KI, como para que sigáis leyendo al respecto. Algunas lecturas recomendadas:

https://www.rincondeldo.com/el-kiai/
https://karateyalgomas.com/2016/02/22/el-arte-del-kiai/

RONIN, la Vía del guerrero errante, de Sensei Carmelo H. Ríos

BUDO, de O Sensei Moihei Ueshiba

BUDO SECRETO, de Sensei Michel Coquet y Sensei Carmelo H. Ríos

La Búsqueda del KI, de Kenji Tokitsu

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